“PARA SER IRREEMPLAZABLE, UNO DEBE BUSCAR SIEMPRE SER DIFERENTE», Coco Chanel

Coco Chanel

Esta semana en nuestro blog queremos hablaros de la importancia de la identidad y cultura de marca que es un aspecto fundamental para el prestigio y un ejemplo de ello es Coco Chanel, la gran dama de la moda francesa.

Su influencia se extendió en prácticamente todos los ámbitos, desde el corte de pelo hasta los perfumes, pasando por los zapatos y complementos. En cierto sentido, ella misma fue la principal modelo de su firma: delgada, con poco pecho y el pelo corto, con ropa ancha y cómoda. Chanel se convirtió en el prototipo de garçonne, en un símbolo de la mujer moderna, activa y liberada. La imagen de la misma Chanel, fue admirada e imitada por millones de mujeres.

Coco Chanel llevaba sus intenciones escritas en el rostro, un rostro que ha sido la imagen de todo un siglo. Símbolo del feminismo, logró interpretar a tiempo la opresión que sentían las mujeres y estuvo ahí cuando estallaron los locos años 20, liberando a la mujer de su dependencia del hombre.

Se apropió de los principios básicos de la elegancia masculina, es decir: calidad, comodidad y proporciones que presenta un cuerpo sin necesidad de exhibirlo y se los reveló a las mujeres que querían vivir como ella.

Fundió lo masculino con lo femenino, la dureza con el encanto, la sencillez con el lujo.

No se puede negar que encontró el lenguaje de su longevo y sensacional estilo precisamente de los armarios masculinos (punto, tweed, botones y bordados de uniforme, cárdigan sin cuello, frascos de perfume con formas geométricas).

Lo cierto es que fue una gran artista. Sus mejores creaciones los furrós negros, las cascadas de perlas sobre una sencilla prenda de punto, los slings con puntera negra…

Chanel no fue la responsable de la liberación del cuerpo femenino del corsé, pues de eso ya se habían encargado otros artistas. La misión de Chanel, fue librar a las mujeres del corsé mental, de la paciencia, de la sensación de pesadez. Entre sus lemas más emblemáticos : «La mod no sólo se encuentra en los vestidos, sino que flota en el aire. Tiene relación con las ideas, con nuestra forma de vivir, con lo que nos sucede» o » Si has nacido sin alas, no evites que te crezcan».

El Furró negro de Chanel nunca pasa de moda.

Consiguió el equivalente en moda de un best-seller, un atuendo que estará ligado a su nombre. Fue y continúa siendo una apuesta segura en cualquier situación gracias a su elegancia y discreción.

Ya era una gran diseñadora en el sentido más moderno de la palabra, puesto que no se limitaba a vender a sus clientas una nueva figura, sino una manera de entender la vida. Concepto que pasó, algunas décadas más tarde, a denominarse lifestyle y dejó obsoleto el intento de reducir la moda a la pregunta «¿Cómo se llevan las faldas esta temporada?».

Su obsesión radical por el aspecto práctico de la moda sumada a la renuncia de los extremos visuales,  convirtió el estilo de Chanel en intemporal. Para celebrar su cuarenta cumpleaños, Cocó lanzó su primer perfume, el Chanel N°5. Bastó con un frasco geométrico, su nombre y un número, se dice que se trató del número de perfume de prueba que más le gustó, el quinto intento, el número 5.

En los cursos de nuestra escuela como el de corte y confección o de patronaje alternamos clases practicas con clases teóricas, porque para entender la  moda hace falta estudiar sus orígenes y descubrir todas las mujeres y hombres que se han convertido en auténticos iconos del mundo de la moda.