Hoy hacemos un breve, pero profundo, repaso a la historia de la moda. Dedicamos nuestro post de hoy a un capítulo imprescindible en corte y confección: la alta costura.
Es el tipo de moda que predominó hasta los años 1950 fue la moda «hecha a medida» o haute couture (francés para «alta costura»). El término «hecho a medida» puede ser usado para cualquier prenda que sea creada para un cliente en particular.
Alta costura, sin embargo, es un término protegido que puede ser usado solamente por compañías que cumplen ciertos estándares definidos por la Chambre Syndicale de la Couture.
Criterios para otorgar a una RMA la denominación de Casa de Alta Costura (desde 1945):
•Diseñar para clientes privados
• Tener un taller con un mínimo de 15 personas en París.
• Dos veces al año Enero y Julio presentar colecciones de ropa de día y noche cosidas a mano.
No obstante, muchas marcas de ropa «lista para usar» (prêt-à-porter), e incluso de mercado masivo, afirman crear alta costura, lo que según los estándares indicados, es falso. Una prenda de alta costura está hecha por orden de un cliente individual, y está hecha usualmente de tejidos costosos de muy alta calidad, confeccionada con extrema atención en los detalles y el acabado, generalmente usando técnicas a mano que cuestan mucho tiempo.
Comienzos de la alta costura
El primer diseñador de modas, que no era simplemente un modisto, fue Charles Frederick Worth (1826-1895).
Antes de que estableciera su maison couture (casa de modas) en París, el diseño y creación de ropa era trabajado por un gran número de modistas anónimas, y la alta moda estaba basada en los estilos usados en cortes reales.
El éxito de Worth fue tal que pudo ordenar a sus clientes lo que debían usar, en lugar de seguir su dirección como los modistos solían hacer. El término couturier (costurero) fue, de hecho, acuñado para referirse a él. Fue durante este período en el que muchas casas de modas comenzaron a contratar artistas para bosquejar o pintar diseños de prendas. Las imágenes por sí mismas podían ser presentadas a los clientes de forma mucho más económica que produciendo una prenda de muestra en el taller de trabajo. Si al cliente le gustaba la prenda, ésta era ordenada y pagada. Por lo tanto, la tradición de bocetos (figurines) de prendas comenzó como un método de las casas de modas para economizar.
Comienzos del siglo XX
Durante los primeros años del siglo XX, prácticamente toda la alta moda se originó en París y en menor medida en Londres. Las revistas de modas de otros países enviaban editores a los espectáculos de moda de París. Las tiendas de departamentos mandaban compradores a los desfiles de París, donde compraban prendas para copiar (y robaban abiertamente las líneas de estilo y el corte de otras). Tanto en los talleres que fabricaban trajes a medida, como las tiendas de ropa lista para usarse (prêt à porter) aparecían las últimas modas de París, adaptadas a las características económicas y cotidianas de los clientes de las tiendas.
En este momento la división entre alta costura y ropa lista para usar no estaba todavía claramente definida. Los dos modos independientes de producción todavía no llegaban a ser competidores, y, de hecho, coexistían en casas donde las modistas elaboraban prendas de ambos modos. En los primeros años del siglo, las revistas comenzaron a incluir también fotografías de los conjuntos y se volvieron aún más influyentes que en el pasado. En las ciudades alrededor del mundo estas revistas tenían un gran efecto en el gusto público y eran muy solicitadas.