Una formula, prácticamente infalible para hacer ropa de niño con éxito, es pasar tendencias de adulto, incluso modelos, a tallas de niño. Es una gran ventaja en corte y confección que puedes aprovechar para crear colecciones de moda infantil.
Partimos de la idea de que prácticamente cualquier cosa, medianamente agradable, es mucho más bonita hecha en una talla de cuatro años. Muchas marcas para niño (bastantes, aunque no todas) lo saben y lo hacen muy bien.
Las marcas que usan esta fórmula con más éxito, suelen ser las de Sporswear, pero no son las únicas, basta echar un vistazo a Olily…
Otra de las formulas muy en relación a esta, es la de hacer determinadas prendas completamente idénticas para madre e hija o padre e hijo.
Esto es algo que Orlebar Brown (la prestigiosa marca de beach wear) hace desde el principio.
Otra de las marcas que explota la idea con más éxito es Blumarine, capaz de llevar los clásicos de mujer a niña con estos divertidos resultados.
Así que a la hora de hacer moda infantil, ya sabeis, además de la ropa y la estética propiamente infantil, existe esta posibilidad, que además de facilitar el trabajo (se pueden aunar materias y aprovechar diseños) da siempre, excelentes resultados.