Prêt-à-porter

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Es una expresión francesa que significa textualmente “listo para llevar”, preparado en múltiples tallas, sin largas pruebas, ni esperas y a un precio más razonable. La alta costura sin llegar a desaparecer, fue poco a poco desplazada por el prêt- à- porter. Algunas casas de alta costura no se quedaron atrás y se abrieron paso en el prêt- à- porter con diseños exclusivos, surgieron nuevos diseñadores con moda fresca y variada al alcance de todo el mundo, moda más asequible para el mercado masivo. Fue la democratización de la moda que dio a la mujer la oportunidad de integrarse en el mundo exterior y redefinir su rol, elegir o adaptarse a un estatus y de desarrollar con más seguridad y comodidad su actividad profesional.

El LBD: El prêt- à- porter trajo de la mano al vestidito negro “la petit robe noire” que ideo Chanel en 1926, conocido ahora como LBD “little black dress” buscaba algo intemporal, práctico y económico, lo divertido era en los accesorios que lo conjuntaban de manera diversa.

LBD

El punto y los tops: Coco Chanel puso de moda el punto como alternativa económica a la seda y las camisas, se utilizo en trajes y sobretodo en tops y jerseys. Se populariza el top y rebeca de punto en los años 50 y en los 60 y 70 las prendas de punto suponían un atuendo moderno que mostraba algo más las líneas de la figura. En los años 70 Diane Von Furstenberg popularizo el revival de los vestidos cruzados de punto de los años 30 y 40. Gracias a su cierre cruzado y su elasticidad se podía comercializar en pocas tallas para servir a un amplio espectro de clientas.

Tops

Los pantalones y los vaqueros: Con la revolución de 1968, los pantalones se integraron en el armario femenino aunque los denims se popularizaron en Estados Unidos unas décadas antes, como uniforme de trabajo con la marca Levis Strauss como gran promotor. A finales de los 60 la mujer adoptó los jeans a su vestimenta habitual dándole otra forma y ajustándolo más al cuerpo. En los años 70 los personajes y actrices famosas popularizan el pantalón dejando de lado a la falda. A partir de ese momento surgen los diferentes estilos: pata de elefante, campana, recto pitillos, talle alto, talle bajo, decolorados con apliques y de diferentes colores. Todos estos estilos convivieron en el mismo momento por primera vez en la historia de la moda. Yves Saint Laurent institucionaliza el uso del traje de chaqueta masculino para la mujer creando el smoking femenino, más ajustado y estrecho, lo llevaban en cualquier ocasión y modalidad.

Vaqueros

Traje de falda, el power suit: En los 80 se recupera el traje de chaqueta con falda creado por chanel, llamado power suit por la seguridad que aporta a las mujeres directivas de grandes empresas. La parte de arriba masculina y parte de abajo femenina. En esta época se destacan los anchos hombros marcando la figura de triángulo invertido.

power suit

La simplicidad de los años 90. En esta época se llevaba las formas y detalles simples, el verdadero minimalismo. Vuelve el LBD más ceñido y corto, queda establecido como el uniforme de la mujer urbana. Calvin Klein Ralph Lauren con la camisa tipo polo de punto de algodón.

años 90

Abrigos, vestidos y faldas. En el nuevo milenio, los pantalones de distinto corte y faldas de distinto largo conviven en armonía. La reina de las falsas es Miuccia Prada que crea únicos modelos de faldas de cualquier forma y material. La falda era el comodín más flexible que con un top y unos zapatos distintos cambia el outfit totalmente. Las faldas rectas combinadas con tops de punto o camisas de fantasía o dibujos geométricos dan un look ideal para casi cualquier ocasión. Los abrigos con vestidos por debajo son un must, en tweed, lanas frías, rectos, cruzados con apliques en antes o en peletería, de colores básicos negros o grises completan con elegancia cualquier look de falda o vestido recto. El largo suele rozar la rodilla, con zapatos de tacón alto o bajo, dependerá de la ocasión. Debe cubrir el largo del vestido o la falda.

vestido

Entre semana. En el día a día, se puede ir más o menos formalmente vestida a trabajar, según el puesto y el día concreto del que se trate. Un buen armario debe de contar con unos mínimos que combinar. Trajes completos de pantalón o falda con chaqueta, los colores neutros como el negro, gris o beige, combinados con tops, camisas, bolso cómodo y estiloso, zapatos elegantes planos o de tacón. La clave esta en adaptar el atuendo a la ocasión, a la seriedad del momento y al físico propio.

look

Sport urbano. Se impone la comodidad, la naturalidad pero también el buen gusto. Las camisas en seda o algodón con estampados sencillos o geométricos cambian el tono del atuendo y le dan carácter. Todo esto se puede combinar con un trench o abriguito en algodón de entre tiempo y en lana en invierno.

La clave de un buen estilo esta en combinar la elegancia con la comodidad. Encontrar el estilo propio no es complicado, ante todo es importante elegir colores que se ajusten a los tonos de cada persona, el color de la piel, los ojos, cabello y aquellos modelos que se adopten a la estatura, edad y silueta. Todo esto puedes aprender en nuestros cursos de asesoría de imagen en AndresPert.