Thom Browne, uno de los diseñadores más “seguidos” por marcas y cadenas de tiendas, expuso en el famoso Premier étage de la icónica boutique francesa.
Sin embargo, es un gran desconocido para el público en general, aunque no así muchas de sus señas de identidad, “adoptadas” por conocidas marcas y cadenas.
Siempre que la creatividad americana visita París, acontece algo verdaderamente mágico, como en el caso de Ernest Hemingway, Josephine Baker y Henry Miller: en el fondo, se trata de una nueva ciudad, una nueva perspectiva, una nueva explosión de creación inspiradora. Ahora ha entrado en escena Thom Browne, quien junto con la famosa boutique francesa Colette, ha planeado el lanzamiento de más de 200 artículos exclusivos para hombre y mujer, que varían desde piezas de colección únicas de pasarela hasta bestsellers reinventados.
Browne es una fuerza de la moda internacional, gracias a su característica paleta de colores en tonos grises y exquisitos elementos de diseño de mitad de siglo; y su preciso corte sartorial contemporáneo conjugado con impresiones divertidas de Hector, su perro de raza Teckel.
Thom Browne es el responsable de haber revivido y desempolvado los trajes de chaqueta ofreciendo una visión renovada de uno de los grandes clásicos del armario masculino. Las propuestas de Browne han marcado la silueta masculina de una época. A saber, clásicos trajes de dos piezas muy ajustados, con aspecto de haber encogido y con un largo de pantalón poco ortodoxo. “No entiendo por qué los hombres dicen que llevar traje es difícil. Es lo más parecido a un uniforme que conozco.
Nacido en Pensilvania, nunca se ha formado en el mundo de la moda. Estudió Económicas y cuando acabó se mudó a Los Ángeles para probar suerte como actor. Fue allí donde comenzó a aficionarse por la ropa vintage. Compraba trajes en tiendas de segundo mano y los customizaba. De vuelta en Nueva York, en 1997, encontró trabajo en el showroom de Armani. Encadenó aquel trabajo con otro en Club Mónaco, propiedad de Ralph Lauren. En 2001 se decidió a crear su propia marca.
Comenzó diseñando para hombre, pero a lo largo de su brillante e impecable trayectoria ha ampliado su etiqueta al diseño femenino, ha creado algunas colaboraciones memorables como la que perpetró junto a Moncler y se ha alzado con algunos de los premios más importantes de la industria de la moda, entre ellos, los de diseñador del año para el Council off Fashion Designers.